Hoy vengo a hablaros de mi experiencia en la realización de fotografías y vídeos para redes sociales.
Gestiono redes sociales de varios clientes y como punto diferenciador de la competencia, hago mis propias fotos y vídeos, frente al uso de internet en general o bancos de imágenes. Con esta metodología de trabajo, puedo ofrecer un servicio integral y hacer que mis clientes tengan un servicio exclusivo y se desentiendan de la tarea de crear contenido o de tener que contratar además de un Community Manager, un fotógrafo.
De esta manera, también me aseguro tener el control sobre la cantidad y calidad del contenido que publico, apostando por material propio y no descargado o copiado de internet.
Pues bien, yo estaba acostumbrada a “la comodidad del hogar”. Siempre me ha encantado hacer fotos de producto en el estudio que tengo montado en mi casa y cuando me pongo a hacer fotos, no veo el tiempo pasar.Cuando empecé a gestionar redes sociales de negocios de cercanía, empecé llevándome los productos a mi casa para hacer las fotos en estudio. Incluso, si el producto lo requería, me lo llevaba a una localización específica en exterior, dedicando aún más tiempo a su realización. Pero, pronto me di cuenta que me suponía un trabajo extra o más bien, dedicar más horas al trabajo global, con una alta implicación en una logística dedicada, además de otros contras que os iré contando.
Por todo ello, me vi obligada a hacer fotos de productos varios, fuera de mi estudio, en los locales de mis clientes.
Está claro que no tiene nada que ver con cómo se hacen las fotos en tu estudio. Hay pros, pero también hay contras y tienes que lidiar con ellos y aprender a superarlos.
Empezaré por las ventajas de hacer las fotos en casa de tus clientes:
· Lo principal para mí, es que ganas tiempo. Sales de dónde tu cliente con el trabajo casi terminado desde el punto de vista fotográfico, a falta de edición.
· Lo segundo es que el cliente está presente y puede guiarte para darle el toque que más le gusta además de ayudar en preparar el set y escenografía.
· No tienes que pensar de antemano y seleccionar qué producto llevarte a casa para fotografiar, si durante la sesión, no te convence, simplemente cambias el producto, el formato, los complementos y continúas realizando fotos, por lo que el concepto de flexibilidad es muy importante en este apartado.
· Aumentar el volumen de fotos en una misma sesión, e incluso os recomiendo hacer vídeos cortos para aumentar el stock de contenido.
· Estando en el local, debido a la interacción con clientes y comerciantes, te surgen muchas ideas para tus posts. Por ejemplo, si oyes en el centro de jardinería a un cliente preguntar cómo cuidar una planta determinada… pues ya sabes que puedes preparar un post sobre este tema y ya que estás allí, hacer las fotos y vídeos pertinentes.
· Cuánto más tiempo pasas en un local comercial, más conocerás de sus productos, del perfil de sus clientes y de lo que se le da más valor, por lo que, a partir de aquí, siempre te será más fácil crear contenido para tu cliente.
· El trato directo con tu cliente, mejora y genera confianza y complicidad, lo que permite una mayor aceptación de las publicaciones ya que se siente parte “productora” del contenido.
Ahora, quiero hablaros de las desventajas de hacer parte del proceso en casa de vuestros clientes. Con eso no quiero desanimar a nadie, al revés, mi objetivo es ayudaros a anticiparos a posibles problemas que os puedan surgir y buscar la solución adecuada. ¡Vamos allá!
· Tienes que lidiar con el ir y venir del personal trabajador y de los clientes. A veces se hace realmente difícil trabajar con gente a tu alrededor. A veces, cuando ya tienes montado tu set, te piden retirarlo porque necesitan coger algo, o usar ese espacio, o te pueden pedir parar la sesión hasta que sean atendidos los clientes. Luego te toca reanudar la sesión y así en numerosas ocasiones, por lo que el tiempo juega en tu contra y más cuando trabajas con productos perecederos o que puedan perder propiedades con el paso del tiempo. Tienes que interrumpir tu trabajo para no interferir en las ventas o atención al cliente. No te digo nada, si en vez de foto, te toca grabar vídeo. Hay que tener cuidado con los sonidos, comentarios y conversaciones ajenas al protagonista de tu vídeo, así como sacar a niños o personas que después puedan reclamar su derecho a la intimidad o protección de datos, lo que podría suponer un problema importante tanto para tu cliente como para ti.
· El espacio. El espacio es el que hay. En algunos sitios encontrarás mucho espacio para hacer tus fotos, pero en otros no. Es muy difícil hacer fotos en un sitio diminuto, olvídate de llevarte focos grandes, trípode o muchos complementos que disminuyan tu espacio de trabajo y dificulten tu movilidad. Tienes que elegir un objetivo adecuado para facilitarte la tarea y poderte acercar a los objetos desde lejos, o uno que te permita hacer la foto de muy cerca, si así lo necesitas.
· No puedes llevarte todo el material y atrezo que quieres. Aún así, irás siempre muy cargado y necesitarás buscar una solución para transportar y cargar con todo. Aunque te desplaces en coche y aparques relativamente cerca, hay veces que cuesta llevarlo todo desde el coche al local, sobre todo si llevas muchas luces, fondos, platos, etc. Un carrito de la compra o una maleta con ruedas, comenzará a ser parte de tu vestuario.
· El cliente puede “entrometerse”, generarte estrés adicional y bloqueo creativo, ya que a veces hace de director de orquesta y quiere hacer las cosas a su manera y no a la tuya, que eres realmente el/la experto/a. Si no tienes la suficiente mano izquierda, el cliente se puede enfadar y es algo que tienes que tener muy en cuenta, cuando te suceda.
· Cuentas con un tiempo limitado para realizar tu sesión, debido principalmente a que está en tiempo real y con el comercio abierto, tal y como hemos hablado anteriormente. No puedes perder tiempo parando a descansar, o a buscar, diseñar ideas e inspiración. Por lo que te aconsejo que esa planificación, haya sido realizada por ti previamente a la visita, algo similar a un guion de película. Esto además aportará un nivel profesional elevador de cara a tus clientes. Ten en cuenta que las repeticiones están limitadas, algo muy diferente a trabajar en tu estudio, donde si una foto no te gusta, haces un parón, te despejas y vuelves a la carga, más tarde con un enfoque distinto, una posición diferente, algo que es prácticamente imposible de realizar en el interior de un comercio.
· No siempre encontrarás enchufes cerca de donde los vayas a necesitar. Procura usar aparatos con baterías recargables, como los flashes, las luces fijas, plataformas giratorias, etc.
Otro punto es que debes llevar siempre baterías extra para tu cámara fotográfica, algo obvio, pero siempre conviene recordarlo. También debes llevar, siempre un alargador y un ladrón por si te hiciera falta.
· Si usas luces o flash enchufables, ten cuidado con el tendido de cables. ¡No vaya a ser que se tropiece alguien!
· Cuando estés grabando o haciendo fotos, tendrás que estar muy pendiente de los productos que te rodean, en especial los de detrás de ti. Parece algo obvio, pero, es muy fácil, tropezar con algo o tirar y romper algún producto expuesto, con el consiguiente coste y disgusto para todas las partes.
· No tienes margen de error. Procura revisar las fotos o repasar los vídeos, aunque sea de manera rápida una vez realizados para confirmar que estás en línea con lo que quieres fotografiar, y por último un repaso general antes de recoger e irte, con el objetivo de confirmar que has seguido el guión que te habías preparado para esta sesión. Una vez que has llegado a tu casa, no hay vuelta atrás.
· La luz, para mi es quizás el punto más delicado. Cuando llegas a un sitio, la luz que te encuentras, es la que hay. Por defecto o por exceso, puede suponer todo un reto. Te aconsejo que visites el lugar antes de la sesión, para determinar los puntos fuertes y los puntos débiles con respecto a la luz exterior que ilumina el local, el momento del día que mejor se ajusta a tu sesión y por último la luz interior que afecta a tu sesión, dónde está situada, que orientación tiene, si se apaga por fases o es integral, si son LED o luces tradicionales que afecten a color final,... De esta manera, podrás organizarte para llevar tus propias luces, elementos de rebote o recorte que necesites para llevar a cabo tu sesión con éxito y en una sola jornada de trabajo.
En resumidas cuentas, hacer buenas fotos de producto en un local ajeno, no es algo imposible, pero requiere una mayor planificación. Sólo tienes que anticiparte, estudiar el local en cuestión y cada uno de los puntos importantes que te he indicado, para una adecuada realización de tus fotografías. Haz una lista del material clave y de todo lo que necesitarás y prepáralo con tiempo suficiente, repasa la lista antes de salir de casa para asegurarte que no te falta nada y ¡¡¡ a por ello!!!
Una vez en el local, sé meticuloso con la composición, la ubicación del set o sitio de grabación, la cantidad de material a fotografiar, etc. No te fijes en el tiempo, al no ser que te lo hagan saber, ya que todo lo que obtengas mejorará el rendimiento de tu trabajo a futuro.
Una vez acabado, procura recoger el sitio utilizado y colocar los artículos fotografiados en su sitio, los empleados del local te lo agradecerán y no te verán como un estorbo.
Como hemos indicado, finalmente, repasa el trabajo antes de irte y comparte con tu cliente, si le ha parecido bien, si tiene alguna cuestión relativa a la sesión y agradece el tiempo que te ha dedicado, ya que no es fácil para los clientes, tener un elemento extraño dentro de sus locales.
Por último, recuerda lo más importante: Cuando sales de allí ya no hay vuelta atrás, así que más vale disparar de más que arrepentirte por no haberlo hecho.